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¿Conoces tu peso ideal? ¿Existe realmente un «peso ideal»?
Probablemente alguna vez has escuchado este término de «peso ideal», pero ¿Sabes a que se refiere? ¿Conoces el tuyo? ¿Realmente deberías basarte en un peso como ideal? Desde mi punto de vista como Nutrióloga te comparto lo que para mí con base en mi experiencia significa el peso ideal.
Nuestro peso corporal
Photo by i yunmai on Unsplash
El peso corporal es la suma de todos los compartimientos de nuestro cuerpo. Es un marcador directo de la masa proteica y de los almacenes de grasa. Es uno de los mejores parámetros para establecer un diagnóstico nutricional y probablemente el método más utilizado para determinar el famoso peso ideal.
Una de las pesadillas para muchas personas es subirse a la báscula. Este número que indica nuestro «peso» suele causar mucha angustia y asombro.
Lamentablemente desde que crecimos hemos estado rodeados de mensajes sobre nuestra apariencia física. Además, en una sociedad en donde el peso corporal supone ser parte de los estándares de belleza. Pero la verdad es que el peso corporal simplemente es la suma de todas esas partes de nuestro cuerpo. Éstas incluyen: nuestros órganos, los fluidos, la masa muscular, el peso de nuestros huesos y de las reservas de grasa que tenemos en el cuerpo. Cuando comenzamos a ver de esta forma al número que aparece en nuestra báscula, esto deja de atormentarnos tanto.
El peso ideal ¿Qué es?
Para mí el peso ideal es el peso en el cual la persona se siente bien, se ve bien y no le cuesta mantener. Estas tres condiciones deben cumplirse, de lo contrario no podría ser el «peso ideal». Ojo, desde este concepto, el «peso ideal» no está relacionado con los términos de; bajo peso, peso normal, sobrepeso u obesidad. Al recomendar un peso ideal se debe buscar mantener el estado de salud de la persona. Pero no se está considerando en este término si la persona tiene alguna anormalidad en su peso.
Te daré un ejemplo para explicarte mejor este punto;
Un adulto masculino que mide 1.70 m y pesa en un inicio 110 kg tiene un IMC de 39.28. Es clasificado con un diagnóstico de obesidad. Empieza su plan de alimentación y ejercicio y al cabo de unos meses, reduce su peso a 87 kg. Teniendo un IMC de 30.10 (lo que desde los parámetros de IMC sigue clasificando como obesidad). Sin embargo, este paciente refiere sentirse bien en este peso. Le gusta como se ve y al revisar su % de grasa corporal y % de grasa muscular mediante una bioimpedancia, nos damos cuenta de que en este peso tiene sus porcentajes de grasa corporal en parámetros normales y buen nivel de musculatura.
A lo mejor el peso de un paciente sigue clasificándose como obesidad para el IMC, sin embargo podría decirse que es el peso ideal para este paciente y que si sigue con su plan de alimentación y ejercicio puede mantenerse en este peso sintiéndose bien y mejorando su composición corporal.
Mejorar la composición corporal
Photo by Jennifer Burk on Unsplash
Con el concepto de mejorar la composición corporal, me refiero a en el mismo peso corporal cambiar tus porcentajes de grasa reduciéndolos y aumentando masa muscular.
Índice de masa corporal
El índice de masa corporal (IMC) ha sido durante muchos años uno de los índices más utilizados para determinar el peso relativo para la estatura.
Los valores elevados de IMC se asocian con el riesgo de desarrollar enfermedades crónico degenerativas tales como diabetes, hipertensión y cáncer. Los valores bajos por otra parte también están relacionados con riesgo de desarrollar infecciones en la vía respiratoria y gastrointestinal, dando diagnósticos también de desnutrición.
El IMC en efecto es un buen indicador sin embargo en algunos pacientes el IMC no es útil porque puede resultar elevado por muscularidad y no por adiposidad. A pesar de ello, es el indicador más accesible y rápido en el ámbito clínico. Funciona a través de una fórmula y según el resultado que se obtenga a través esta fórmula, se clasifica en las siguientes categorías: peso bajo, peso normal, sobrepeso, obesidad leve, obesidad moderada y obesidad mórbida. El IMC se puede usar como indicador pero la realidad es que la obesidad se debe diagnosticar después de medir la magnitud de grasa corporal.
En realidad ¿Existe un peso ideal?
Uno de los mayores retos al que nos enfrentamos es evaluar cual es el peso corporal que debe tener cada persona. Es muy ingenuo pensar que una fórmula podrá dictarnos el peso ideal para cada paciente. Hay un sin fin de factores que deben evaluarse antes de establecer un peso ideal, empezando por el hecho de que en cada etapa de la vida, el término peso corporal saludable cambia, las necesidades fisiológicas lo hacen, no podemos ignorar que nuestro peso también debe cambiar conforme crecemos. También hay que considerar que el peso corporal es un reflejo del riesgo que presenta la persona para desarrollar enfermedades, ya sea por incremento o disminución de él. Considero que hay muchos factores para llegar a determinar un peso ideal más allá de utilizar una fórmula.
El termino peso ideal ha recibido muchas criticas porque tiene un uso amplio. En mi experiencia como nutrióloga prefiero guiarme a través del término «peso razonable» que es el peso posible de alcanzar y considerar aquí todos los factores que pueden influenciar este número e igual tratar de que el paciente se sienta cómodo y saludable en el peso al que llegue.
En conclusión ¿Qué peso debes tener?
Si estas buscando bajar de peso mi mejor recomendación podrá parecer contradictoria a tu objetivo pero es que no le des tanta importancia al número en la báscula. Hay otros factores como el porcentaje de grasa y músculo corporal que nos pueden hablar más sobre tus cambios corporales que el número que aparece en la báscula. No me gusta hablar de un número en específico como peso ideal por que este se obtiene con una fórmula. El peso ideal que obtenemos a través de una fórmula, podría atreverme a decir que no existe. Como lo mencione anteriormente, hay muchos otros factores que tenemos que evaluar para determinar cuál es el peso ideal de un paciente, que solo la edad y estatura, que son los valores que se incluyen en esta fórmula.
Por ejemplo;
Dos pacientes pueden tener la misma edad y estatura. Sin embargo vivir en dos ciudades distintas, tener un estilo de vida diferente, vivir solos o con su familia, tener un trabajo físico o un trabajo de oficina, tener una enfermedad crónica o tener algún trastorno metabólico. Estos son algunos ejemplos, pero hay muchos factores que nos podrán hablar más sobre el peso al que necesita llegar una persona para estar saludable, que solo su edad y estatura.
Un punto muy importante a considerar es que en muchas enfermedades es importante que el paciente se mantenga en un peso en el que pueda soportar o llevar ciertos procedimientos con menor riesgo de complicaciones, es aquí donde cambia un poco el concepto de «peso ideal».
En conclusión, no le des tanta importancia a un número en la báscula.
Un número no te define.
El peso ideal es el peso en el que te sientes bien contigo mismo, estás saludable físicamente, tienes todos tus parámetros bioquímicos en orden y no presentas riesgo de desarrollar una enfermedad crónico degenerativa. Así es; el peso ideal es el número ideal para que estés bien física, mental y emocionalmente. Para llegar a ese «peso ideal» te recomiendo que siempre consultes con un especialista en el tema, en este caso un nutriólogo que pueda asesorarte.
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