Psicología inversa: ¿Qué es y en qué contexto la utilizamos?

Cuando hablamos de psicología inversa estamos refiriéndonos a una técnica basada en un fenómeno psicológico llamado reactancia, el cual se emplea en ocasiones para conseguir que un sujeto haga lo que queremos que haga, pero ¿Qué peculiaridad tiene esta técnica? Pues básicamente en que lo conseguimos mediante una afirmación o comportamiento contrario al que se desea. En sentido coloquial podemos explicar este fenómeno en que el ser humano, por lo general, suele tener un punto de rebeldía y oponerse a aquello que se le dice, por tanto mediante la realización de esta técnica conseguiríamos que realmente haga lo que queremos que haga y que curiosamente le hemos dicho que no lo haga.

¿Sobre qué ejes se centra esta técnica para que tenga sentido? ¿En qué contextos es más usado esta técnica? ¿Cuáles son algunos ejemplos de esta técnica? ¿Existen las mismas opciones de que funcione en todo tipo de personas? Todo esto y mucho más lo descubrirás si sigues leyendo el artículo. ¡Vamos allá!

Ejes fundamentales para que la psicología inversa resulte eficaz:

Son tres ejes principalmente que son: La reactancia; la libertad; y la amenaza y dependiendo del compromiso de una u de otra se conseguirán distintos resultados. Los resultados que por su importancia deberíamos destacar son los siguientes:

1. Calidad de la amenaza: Como es normal, a toda amenaza le sigue una reacción. Cuanta mayor sea ésta mayor será también la reactancia.
2. Libertad y expectativa: No hay reactancia sin libertad. Y cuanta mayor sea el sentimiento de libertad de la persona mayor será también la reactancia.
3. Calidad de libertad: Cuanto mas importante sea la libertad para el sujeto en cuestión, mayor es la reactancia.
4. Amenaza y legitimidad: Cuanto más real sea esta amenaza, más reactancia se activará.
5. Cantidad de libertades amenazadas: Cuanto más número de libertades amenazadas, mayor resistencia tendrá el sujeto, lo que conlleva a una mayor reactancia.

Con estos cinco resultados se nos aparecen tres posibilidades de acción distinta, de mayor a menor nivel de respuesta. Así:

1. Reacción directa: Respuesta directa a la amenaza específica. Se entiende también con el clásico enunciado de «estímulo y respuesta».
2. Reacción indirecta: A diferencia de la anterior, en este caso no se da una respuesta directa a la amenaza, si no que se le da una especie de rodeo. Considerada una reacción muy superior a la anterior.
3. Subjetiva: El sujeto que recibe la amenaza la responde de forma totalmente original e inesperada. Esta reacción hace que el sujeto mantenga intacta, o incluso la aumente, su propia libertad.

 

¿Cómo usamos esta psicología inversa?

Existen muchas formas distintas de usar esta técnica pero algunas de las más usadas pueden ser las siguientes:

Concluye la conversación y dale por ganador.

Cuando dos personas están discutiendo sobre un tema, llega un momento en el que más que debatir sobre ese tema en cuestión lo que se pretende es salir victorioso de la discusión. Ante esta situación lo mejor es darle la razón ya que aunque parezca lo contrario realmente, el victorioso has sido tú ya que has conseguido lo que querías, que no es otra cosa que el motivo de la discusión.

Cambia drásticamente de opinión.

Cuando estéis discutiendo acaloradamente sobre una misma cosa durante un tiempo, invierte tus argumentos y, con el mismo tono que has empleado anteriormente, dile todo lo opuesto a lo que estabas defendiendo hace sólo un momento.

Por ejemplo en una discusión de unos compañeros de piso sobre la limpieza de la casa, puedes cambiar tu postura y en vez de decirle que tiene que limpiar cuando le toca, optar por decirle que da igual si no limpia ya que así todos se darán cuenta de lo irresponsable que es, a lo que a buen seguro recibirás una respuesta estilo «lo limpiaré cuando me de la gana». Enhorabuena, ya has conseguido tu objetivo.

Crea misterio.

En este caso la intención es dejar una especie de aura misterioso que haga que la persona realice lo que realmente queremos que haga. Es muy común esto sobre todo con los niños.

Por ejemplo cuando un padre se tiene que ir a trabajar y le dice al niño que bajo ningún concepto abra el armario de la cocina, con ello estaremos dándole un deseo muy fuerte al niño para que lo haga. Por lo que a buen seguro cuando salgamos por la puerta lo que primero hará será abrir ese armario tan misterioso de la cocina.

Introdúcele tu idea de forma inconsciente.

Se basa en la idea de meterle en su cabeza lo que tu quieres que haga pero sin que él sienta que estás forzando su decisión. Esto se entiende mejor con un ejemplo:

Si quieres que tu compañero de piso limpie los platos cada vez que coma y la fórmula natural de decírselo no ha funcionado puedes optar por lo siguiente: «No estoy diciendo que debas lavar los platos después de cenar…» Con esto conseguirás a buen seguro que tu compañero de piso se lo replantee nuevamente ya que no se ha visto forzado a hacerlo, por lo que verá esa opción con mejores ojos y por tanto habrás más opciones de que lo realice, como bien pretendías.

¿En qué contextos podemos utilizar la técnica de la psicología inversa?

En psicoterapia

La psicología inversa, en este ámbito está asociada a lo que llamamos «la intervención paradójica». Lo que el especialista hace en esta ocasión es enmarcar su mensaje para que la resistencia a él provoque el cambio del paciente. La clave de este método es el de ir con la resistencia del paciente y no en contra de ella. El terapeuta lo que intenta hacer es estar de acuerdo con los pensamientos de los pacientes e incluso reafirmarlos en voz alta para que así ellos mismos se den cuenta de que sus creencias están equivocadas.

Psicología inversa en los adultos

En el ámbito laboral es en otro de los contextos donde en ocasiones vemos como las distintas empresas hacen uso de esta técnica. A continuación pondré un ejemplo donde se puede ver claramente cómo una empresa, de forma muy sutil, puede hacer uso de la psicología inversa.

Una compañía ofrece a sus trabajadores unos cursos de formación optativos. Estos cursos se tendrán que hacer en horario no laboral, es decir, una vez acabada la jornada laboral. Este horario hará que muchas personas sean rehaceos a hacerlo puesto que son cursos voluntarios. ¿Qué hacen a continuación las empresas? Pues informar de que a partir del próximo mes estos cursos se recortarán a la mitad de horas y que esos recursos se perderán.

Con esto, la compañía realmente no quiere quitar estos cursos si no que lo que pretende es que los trabajadores se den cuenta de que estos cursos tienen valor y que si el no los utiliza, se dedicará a otra cosa que nada tiene que ver con él. En consecuencia, las opciones de que el trabajador empiece a interesarle el curso será mucho mayor que lo que sucedía anteriormente ya que nadie quiere perder algo que tiene cierto valor.

Psicología inversa en la infancia

Es evidente que durante la infancia, sobre todo entre los dos y tres años, nuestros hijos están especialmente rebeldes y afiliados a una palabra concretamente que es el «no». Esto no lo hacen por fastidiar a los padres ya que a estas edades eso no lo toman como una posibilidad, si no por que empiezan a tener conciencia de ellos mismos y por tanto tienen cierta necesidad de autoafirmarse y sentir que son ellos los que, en cierta manera, son los que mandan y los que tienen el control de la situación. Que si hace una cosa u otra es porque son ellos, y no nadie mas, los que quieren hacerla. Y es aquí donde entra la psicología inversa.

Consejos para emplearla:

• Realizarla de forma puntual ya que si la usamos continuamente poco a poco irá perdiendo eficacia.
• A pesar de que es una técnica que funciona en estas edades, no hay que olvidar que se basa en el engaño por lo que debemos de emplearla en situaciones extremas como por ejemplo ante una situación de agresividad por parte del niño.

A continuación te dejo un ejemplo de una situación en la que se ha usado esta técnica:

Llega la hora de comer y el niño no quiere hacerlo. Lo primero que se opta por hacer es insistir e intentar hacerle ver los beneficios de que coma, como por ejemplo que se va a hacer mas fuerte, pero si el niño sigue en sus treces podemos decirle que aceptamos que no se lo coma y que no se preocupe que ya nos lo comemos nosotros y así nos pondremos muy fuertes, ante este nuevo escenario es muy probable que el niño nos coja el plato y empiece a comer. Habremos conseguido, mediante el uso de la técnica de la psicología infantil, que haga algo que en un principio no quería hacer.

En el mundo de la publicidad

Para conseguir ventas en un primer momento se necesita establecer vínculos emocionales con los potenciales clientes.  El afán por vender en cualquier tipo de mercado es tal que a lo largo de la historia se han ido usando distintas técnicas para conseguirlo. Una de ellas, por raro que parezca, es la psicología inversa.  A continuación daré algunos ejemplos de lo que se entiende como psicología inversa en la publicidad y daré algunos consejos para llevarla a cabo de manera efectiva.

Algunos ejemplos del empleo de esta técnica en el ámbito de la publicidad pueden ser los siguientes:

• No compre aquí, vendemos muy caro: Aunque a priori no es algo que debería hacernos querer entrar en la tienda en cuestión .. si lo pensamos fríamente no sería algo tan descabellado, ya que conseguirían el primer objetivo que es el de llamarnos la atención y posteriormente nos haría preguntarnos el por qué de esa afirmación, por un lado qué será lo que vendan para que sea tan caro o simplemente entraríamos por que nos ha creado una gran curiosidad. Ya habrían conseguido su objetivo.
• Escriba y conduzca: Esta frase la empleó una empresa de funerarias de Canadá. Lo que hicieron fue poner grandes carteles publicitarios con esta frase y debajo de ésta firmando con el nombre de la empresa, dando a entender que escribir, por el móvil por ejemplo, y conducir no es una buena combinación ya que puede provocarnos acabar en su funeraria. Con esto inevitablemente nos estarán llamando la atención.

Consejos para llevar a cabo esta psicología inversa en este ámbito:

• Elige bien el asunto: El asunto es sin duda lo primero que va a llamar la atención al cliente, por tanto debes de contar con un asunto con fuerza que haga que el cliente se quede con ganas de eso que le ofreces.
• El sentido del humor es siempre importante, en este caso no iba a ser menos: Cuando algo que se nos presenta por delante nos hace reír ya tenemos una mejor predisposición a lo que nos venga, por tanto no olvidemos meter ese toque de humor.
• Elige bien las imágenes que usas: Un recurso muy usado en esta técnica de la psicología inversa en la publicidad es la de escribir algo e insinuar lo contrario con las imágenes. Aprovéchate de ello y crea una divertida confusión en el lector. Un buen ejemplo de esto es el caso anterior de la funeraria.
• Realiza una llamada a la acción. Para ello debemos conseguir que el cliente que ve nuestra publicidad se vea desafiado por algo y esto le haga despertar más interés en conocerlo. Algún ejemplo puede ser: Estamos seguro de que no serás capaz de…; y un largo etcétera. Sólo debemos usar la imaginación.

En la cultura popular

Esta técnica a lo largo de nuestra vida la hemos visto seguro mas de lo que pensamos, ya que es un recurso que se ha utilizado a lo largo de la historia tanto en nuestra vida cotidiana como en películas o series por su tono humorístico que suelen tener. Muchas de ellas, además, se han quedado como frases míticas que todos recordaremos. Recordemos algunas de ellas:

• En la película Mary Poppins la protagonista canta «Stay Awake» a los niños con la intención de usar la psicología inversa y conseguir, así, que los niños vayan a la cama.
• La película quien engañó a Roger Rabbit es otro ejemplo. Eddie Valient para impedir que Roger sea ejecutado, engaña al juez para que come licor usando esta técnica de psicología inversa.
• En los simpsons también vemos la aplicación de esta técnica en un capítulo en el que Homer habla con su cerebro y la conversación es la siguiente:

– Cerebro de Homer: Te recomiendo que uses psicología inversa.

– Homer: Eso parece complicado.

– Cerebro de Homer: Vale, está bien, no uses psicología inversa.

– Homer: Vale, ¡lo haré!

•  Y como última mención, una de las películas más míticas de Disney como es Aladdin. En ella nuestro protagonista usa esta técnica con el genio diciéndole que «seguro que ni puede sacarnos de esta cueva». El genio, enojado con Aladdín, lo saca de la cueva.

* Además de los ya mencionados, existen muchos otros contextos donde podemos usar esta técnica como por ejemplo  en el amor, si tienes curiosidad de cómo podríamos hacerlo te recomiendo acudir al siguiente enlace: Psicología inversa en el amor.

Y si lo desea, también puede entrar en el siguiente enlace donde podrá encontrar todos mis artículos publicados hasta ahora: Mis artículos.

Hasta la semana que viene. ¡Sed felices!