¿Alguna vez has oído hablar sobre la embolia pulmonar? ¿Sabías que si pasas mucho tiempo sentado o sentada; o tienes un estilo de vida sedentario tu vida podría estar en riesgo? Si tu respuesta es no a ambas preguntas, este articulo puede ser de tu interés. Y si tu respuesta fue si, quizás sea un buen momento para ampliar tus conocimientos. En el presente articulo profundizaremos sobre todo lo relacionado con la embolia pulmonar y analizaremos su relación con el sedentarismo.
Contenidos
¿Qué es una embolia pulmonar?
La forma más sencilla de describir una embolia pulmonar es como un bloqueo parcial o completo de las principales vías sanguíneas de los pulmones. En la mayoría de los casos este bloqueo se debe a un trombo o coagulo sanguíneo, aunque puede ser producido por otras sustancias. Es una enfermedad potencialmente mortal si no es tratada adecuadamente a tiempo. En la mayoría de los casos, el trombo causante de la embolia pulmonar viene de las piernas, por lo que se le ha asociado con el sedentarismo y pasar mucho tiempo sentado. Aunque también puede que el trombo se origine en alguna otra parte del cuerpo, algo llamado “trombosis venosa profunda”, lo que es mucho menos frecuente.
El grado de esta dependerá del tamaño y la cantidad de coágulos que se hayan obstruido las arterias pulmonares. Entre algunos de los efectos colaterales que puede causar está el daño permanente en los pulmones, la disminución de los niveles de oxígeno presentes en la sangre y daños en ostros órganos del cuerpo que pueden sufrir a causa de no recibir suficiente oxígeno.
Actualmente se calcula que la embolia pulmonar tiene una incidencia de 1 de cada 1000 personas anualmente, aunque esta cifra podría ser mucho mayor. Por lo que es una amenaza real para la salud a la que se debe poner mucha atención.
Síntomas de la embolia pulmonar
Uno de los principales problemas de la embolia pulmonar es que sus síntomas son inespecíficos, lo que en muchas ocasiones dificulta su diagnóstico. Llegando incluso a tener síntomas tan sutiles como un ligero ahogo con los coágulos más pequeños. Aun así, Los principales síntomas de esta enfermedad son:
- Tos, en ocasiones llegando a presentar esputo y una presencia leve de sangre.
- Sensación de ahogo o falta de aire, muchas veces este síntoma se manifiesta repentinamente y empeora cada vez que el paciente realiza algún esfuerzo físico.
- Dolor torácico, casi siempre se trata de un dolor agudo que se siente con cada respiración, muy similar al dolor de un infarto.
Otros síntomas menos frecuentes, pero que también son señal de alarma y están relacionados con la embolia pulmonar son:
- Sudoración excesiva.
- Taquicardias.
- Latidos irregulares.
- Fiebre.
- Piel húmeda o descolorida, también conocido como cianosis.
- En los casos donde ocurre una trombosis venosa profunda, puede que haya dolor e hinchazón en la pierna o pantorrilla.
¿Cuándo buscar a un especialista?
Como dijimos al principio de este artículo, la embolia pulmonar es una enfermedad potencialmente mortal si no se atiende a tiempo. Por lo que se debe acudir a un médico si de la nada empieza a sentir falta de aire, dolor en el pecho o tos acompañada de esputo con presencia de sangre. La rapidez con que asista a un centro de salud será clave para su diagnóstico, tratamiento y posterior recuperación.
Causas de la embolia pulmonar
Como ya hemos aprendido, la embolia pulmonar se produce cuando alguna sustancia, mayormente un trombo o coagulo, obstruyen el paso de sangre de alguna arteria pulmonar. Es muy común que los coágulos tengan su rigen en las venas profundas de las piernas, lo que medicamente conocemos como “trombosis venosa profunda”. Cuando esto ocurre, el segmento del pulmón que se nutre de la arteria afectada queda privado de sangre y puede morir, lo que se conoce como un “infarto pulmonar”. Haciendo que sea muy difícil para los pulmones cumplir con su tarea de distribuir oxígeno a todo el cuerpo. En ocasiones puede que haya más de un coagulo que pueden bloquear simultáneamente varias arterias pulmonares.
A pesar de que la causa más frecuente de la embolia pulmonar son los coágulos, hay otras sustancias que pueden producirla, entre ellas:
- Burbujas de aire.
- Porciones de algún tumor.
- Grasa de la médula ósea, que puede provenir de algún hueso fracturado.
Factores de riesgo de la embolia pulmonar
Hay algunos factores o condiciones clínicas que pueden aumentar las probabilidades de sufrir una embolia pulmonar. Entre ellas tenemos:
· Enfermedades cardíacas
Las enfermedades que afectan los músculos cardíacos, como sucede con la insuficiencia cardíaca, aumentan considerablemente las posibilidades de que se formen coágulos.
· Trastornos o enfermedades que afecten la coagulación
Hay algunas enfermedades o trastornos que pueden provocar que una persona sea propensa a la formación de coágulos. Algunos trastornos hereditarios, la enfermedad renal, entre otras condiciones pueden hacer a una persona vulnerable a una embolia pulmonar.
· Algunos tipos de cáncer
Los canceres de pulmón, cerebro, riñones, ovarios, estomago, colon y páncreas, son lo que representan mayor riesgo de formación de coágulos. También se incrementa el riesgo de embolia pulmonar cuando el cáncer se encuentra en metástasis. No obstante, no solo el cáncer en si aumenta el riesgo de esta enfermedad, sino también su tratamiento. Pues la quimioterapia aumenta la coagulación. En el caso de las mujeres, es común que tomen medicamentos como tamoxifeno o raloxifeno para prevenir el cáncer de mama en caso de tener antecedentes familiares o personales. Estos fármacos también representan un mayor riesgo de formación de coágulos.
· Cirugías
Las cirugías son uno de los principales factores de riesgo para la embolia pulmonar. Por lo que, si se debe realizar alguna intervención importante, como la sustitución de una articulación, se deben suministrar fármacos anticoagulantes antes y después de la misma.
· Largos periodos de inmovilidad
Las probabilidades de sufrir una embolia pulmonar se incrementan cuando se pasa por un largo periodo de inactividad, como es el caso de:
o Largos viajes
Cuando se pasa mucho tiempo sentado en una sola posición en un espacio reducido, como pasa en los viajes en avión, autobús o automóvil, el flujo sanguíneo de las piernas comienza ir cada vez más lento, contribuyendo a la formación de coágulos. Esto suele ocurrir en viajes largos, que duran más de 4 horas.
o Reposos en cama
Los periodos de recuperación des pues de alguna cirugía importante, fractura, ataque cardiaco o cualquier tipo de enfermedad grabe también pueden contribuir a la formación de coágulos. Ya que estos representan un gran periodo de inactividad, y son mucho más peligrosos cuando el paciente debe mantener las piernas en posición horizontal. Debido a que el flujo sanguíneo va más lento y termina acumulándose en ellas, favoreciendo la coagulación.
· Obesidad
Tener exceso de peso es otro factor que puede incrementar el riego de sufrir una embolia pulmonar, en especial si se combina con otros factores. Además de los coágulos sanguíneos, como se mencionó anteriormente, la grasa acumulada en las venas también puede provocar una embolia pulmonar.
· Adicción al tabaco
Aunque aún se desconocen las razones exactas por las que esto sucede. El tabaquismo puede hacer que las personas sean propensas a la formación de coágulos, en especial si tienen algún otro factor de riesgo.
· Embarazo
El embarazo es una época peligrosa, pues Durante la gestación, principalmente el último trimestre, el peso del bebé puede las venas de la pelvis. Esto dificulta el retorno de las sangres que se encuentra en las piernas haciendo más fácil la formación de coágulos.
· Consumo de suplementos de estrógeno
Cuando se está en una terapia de reposición hormonal o cuando se consumen píldoras anticonceptivas, las mujeres consumen estrógeno. Esta hormona puede aumentar los factores de coagulación de la sangre, y los efectos pueden ser mucho peores si hay otros factores de riesgo como la obesidad o la adicción al tabaco.
· Sedentarismo
Pasar largos periodos de tiempo en inactividad sentado o recostado puede incrementar el riesgo de sufrir esta patología. Por lo tanto, llevar un estilo de vida sedentario con poca actividad física es peligroso, en especial si se combina con otros factores de riesgo como la obesidad o el tabaquismo.
Complicaciones de la embolia pulmonar
En el peor de los casos, las embolias pulmonares pueden terminar en muerte. Se calcula que más del 30% de las personas que sufren una embolia de este tipo mueren si no son diagnosticadas. Por fortuna esta estadística disminuye considerablemente cuando las personas son diagnosticadas y tratadas correctamente.
Luego de sufrir una embolia pulmonar, una de las posibles complicaciones que pueden presentarse es la hipertensión pulmonar. Este es un trastorno que aumenta considerablemente la presión sanguínea de las principales vías sanguíneas de los pulmones y lado derecho del corazón, esto se debe a que al haber una obstrucción en las arterial pulmonares, el corazón tiene que hacer un esfuerzo mayor para lograr que la sangre pase. Produciendo como consecuencia hipertensión pulmonar y debilitando el musculo cardíaco. Lo que puede llevar a otra clase de problemas en el futuro.
Otra posible consecuencia es la hipertensión pulmonar crónica o hipertensión pulmonar tromboembolica crónica. Es una afección muy extraña producida por pequeñas embolias que ocurren cada cierto tiempo.
Diagnostico
No es fácil diagnosticar una embolia pulmonar debido a que sus síntomas son inespecíficos y pueden confundirse con otras patologías fácilmente. Hay que poner mucha atención cada vez que un paciente presente algunos de los síntomas que fueron descritos al principio de este artículo. En caso de sospecharse que se trate de un caso de embolia pulmonar se debe analizar la posibilidad de realizar exámenes suplementarios al examen físico como una radiografía de tórax, una oximetría de pulso, una angiografía por TC, gammagrafía pulmonar de ventilación/perfusión, una ecografía de las piernas, entre otros exámenes, para luego ser analizados.
Pronostico
Gracias a los avances en la medicina, hoy en día las probabilidades de morir a causa de una embolia pulmonar son bastante escasas. En especial si esta es tratada a tiempo y de forma adecuada. Sin embargo, si se trata de una “embolia pulmonar masiva”, el pronóstico puede no ser tan positivo, ya que este tipo de embolia puede producir muerte súbita. Cuando esto ocurre, las personas pueden morir en unas cuantas horas, incluso antes de que siquiera se sospeche de la enfermedad.
Por lo tanto, el pronóstico dependerá de diversos factores como:
- El estado de salud del paciente.
- La cantidad de arterias bloqueadas.
- De qué tamaño sea el coagulo.
- Cuanto se afecte la capacidad de bombeo del corazón.
- El tamaño de las arterias obstruidas.
¿Cómo se trata una embolia pulmonar?
Cuando se trata una embolia pulmonar el tiempo es un factor clave, por lo que los médicos deben determinar cuál es la alternativa más viable. Se puede optar por un tratamiento farmacológico o por un procedimiento médico.
· Procedimientos médicos
Trombosis con asistencia por catéter: Este procedimiento consiste en introducir un tubo flexible por la arteria obstruida hasta alcanzar el coagulo, para destruirlo o administrar sedimentos directamente sobre él.
Filtro en la vena cava: Consiste en colocar un filtro en el interior de la vena cava para evitar que los coágulos puedan desplazarse hasta los pulmones. Este tratamiento suele utilizarse con pacientes que no pueden ser tratados con anticoagulantes.
· Tratamiento farmacológico para la embolia pulmonar
Trombolíticos: Es un tipo de medicamento que se emplea para la desintegración de coágulos, sin embargo, solo se utiliza en los casos más graves, pues puede provocar algunos efectos secundarios como sangrados repentinos.
Anticoagulantes: Es el tratamiento más común para la embolia pulmonar debido a que adelgaza la sangre, evitando que los coágulos crezcan y que se formen nuevos. También son fáciles de suministrar.
Recuerde siempre que no debe automedicarse, sin importar cuales sean sus síntomas, siempre debe consultar primero con un profesional de la salud.
Como prevenir las embolias pulmonares
Prevenir la formación de coágulos no es tan complicado, basta con seguir algunas de las medidas que mencionamos a continuación.
- Tomar fármacos anticoagulantes cuando se esté atravesando por un periodo de recuperación de una cirugía o de alguna fractura.
- Llevar un estilo de vida saludable, una dieta balanceada y hacer ejercicio regularmente.
- Mantenerse alejado del tabaco.
- Si se pasa demasiado tiempo sentado, ya sea por trabajo o viajando, siempre es bueno mover las piernas.
- Moverse cuando sea posible si se encuentra de reposo.
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