La terapia electroconvulsiva es uno de los tratamientos disponibles y usados en psiquiatría actualmente para tratar las enfermedades mentales graves. Y aunque en gran medida es aún desconocido, a pesar de que uso data desde 1938.
Como he mencionado antes, la terapia electroconvulsiva se utilizó por primera vez en 1938. Desde su inicio fueron evidentes las ventajas terapéuticas que la técnica ofrecía. Pero su uso ha sido controvertido por su aplicación indiscriminada y sus efectos secundarios.
Hoy en día, con la existencia de los aparatos de pulso breve, el uso de anestesia y los fármacos miorrelajantes. Además de sus indicaciones concretas, lo ha convertido en un tratamiento médico de elección en casos determinados.
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¿Que es la Terapia Electroconvulsiva?
La terapia electroconvulsiva (TEC) es un tratamiento biológico que consiste en estimular el cerebro mediante la inducción de una convulsión tónico clónica generalizada y de forma controlada. Esto mediante la administración de un estímulo eléctrico superior al umbral convulsivo. De esta manera, la inducción convulsiva provoca cambios electroquímicos en el cerebro y en los neurotransmisores.
Por lo tanto resulta en la mejoría clínica de diversos padecimientos psiquiátricos. Además, su eficacia dependerá de la producción de crisis convulsivas generalizadas.
¿En que pacientes esta indicada la Terapia Electroconvulsiva?
Después de ser muy criticada en la década de los 70´s, y tras introducir una serie de modificaciones técnicas. Así como el papel de la anestesia durante su aplicación, permitieron disminuir las complicaciones y los efectos secundarios.
Es por ello que, hoy en día las complicaciones graves llegan a ser muy raras y la tasa de mortalidad suele ser muy baja. Puesto que no supera más de 4 casos/100 000 tratamientos aplicados.
Trastornos depresivos:
Dentro de ellos se encuentra la depresión resistente al tratamiento, con síntomas psicóticos y la depresión en el adulto mayor. Además, se puede aplicar en pacientes que tengan contraindicado el uso de antidepresivos. Así como, pacientes con inhibición o agitación intensa y que presenten alto riesgo de complicaciones somáticas.
Episodios maniacos o mixtos:
Esta indicado en pacientes con manía resistentes a tratamiento. También, en aquellos casos en donde los fármacos para tratarla están contraindicados y en pacientes que hallan tenido adecuada respuesta al tratamiento anteriormente.
Esquizofrenia:
Puede aplicarse en pacientes con esquizofrenia resistente al tratamiento y catatónica. Además en pacientes con episodios agudos con agitación intensa y gran desorganización conductual. Y en pacientes con tengan contraindicados los psicofármacos.
Otras indicaciones:
Se puede indicar además en pacientes con trastorno esquizoafectivo resistente a tratamiento o con mala evolución. Así mismo en pacientes con síndrome neuroléptico maligno, enfermedad de Parkinson. Especialmente complicada con episodios depresivos, y con fenómenos on/off. Además puede ser sugerido en embarazadas con trastorno afectivo o esquizofrénico. Así como en descompensación aguda y en la que exista riesgo de teratogeneidad por el uso de psicofármacos.
La decisión de recomendar el uso de la TEC se deriva de un análisis del riesgo/beneficio para cada paciente en particular. Este análisis considera el diagnóstico del paciente y la gravedad de la enfermedad presente. Así mismo la historia clínica del mismo, la rapidez de acción y la eficacia prevista para la TEC, los riesgos médicos y los efectos adversos previstos. Además de, la probable rapidez de acción, eficacia, y seguridad de los tratamientos alternativos.
Contraindicaciones de la Terapia Electroconvulsiva
No existen contraindicaciones absolutas, pero hay que tener especial cuidado en pacientes con hipertensión intracraneal. Así como en procesos ocupantes del espacio intracraneal, riesgo de hemorragias (aneurismas). También esta contraindicado en patología cardiovascular grave, como accidente cerebro vascular e infarto agudo, ambos de aparición recientes.
Otras patologías que se excluyen son desprendimiento de retina y feocromocitoma debido a las complicaciones que el procedimiento representa.
Contraindicaciones relativas:
Dentro de las contraindicaciones relativas se incluye al tratamiento anticoagulante, epilepsia y enfermedades placa motora. Así como osteoporosis grave, glaucoma. Enfermedades endocrinas como hipertiroidismo, porfirias. Además en semencia, retraso mental y en pacientes con marcasos.
Mecanismo de acción:
El mecanismo de acción es aún desconocido. Pues, hasta la fecha, todo lo que se sabe en entorno a los efectos neuroendocrinos. Así como los efectos sobre los sistemas de neurotransmisión que se producen tras la TEC, es hipotético.
Dentro de las hipotesis se puede resaltar la actividad en:
- El aumento de noradrenalina a nivel sináptico, con disminución de los receptores post-sinápticos
- Aumento de la respuesta a la dopamina a nivel post-sináptico
- Estimulación de sistemas 5-HT centrales
- Un aumento de la concentración de β-endorfinas inmediatamente después de la descarga eléctrica
Fisiología de la Terapia Electroconvulsiva
La eficacia del TEC se relaciona con la duración de la convulsión más que con la descarga eléctrica en si.
A nivel del Sistema Nerviosos Central (SNC), la convulsión se acompaña de un aumento de la presión intraocular e intracraneal. Además, se puede observar un aumento en el flujo sanguíneo y en el consumo de oxigeno, ambos en relación con un aumento de la actividad electroencefalográfica.
Es por ello que, tras la administración de la descarga eléctrica, se puede observar una disminución de la frecuencia cardiaca y de la tensión arterial. Así como, un aumento de la salivación. Todo esto debido a un estimulo parasimpático inicial, cuyos efectos se prolongan de 15-20 segundos.
Esta manifestación clínica precede a la producida por la descarga simpática posterior. Ya que, es caracterizada por presentar taquicardia e hipertensión arrítmica cardíaca. Esto da lugar a, un aumento en el consumo de oxigeno miocárdico con un aumento de la morbimortalidad de causa cardiovascular.
Por lo tanto, esto se manifiesta en forma de alteraciones del ritmo cardíaco, cuadros de insuficiencia cardíaca con edema agudo de pulmón. Así como infarto agudo de miocardio, etc.
Aplicaciones de la Terapia Electroconvulsiva
El efecto terapéutico producido se puede obtener mediante la aplicación de un estímulo eléctrico y forma controlada una convulsión por un tiempo menor a 25 segundos. Sin embargo, las convulsiones aplicadas con un tiempo inferior a este, no produce buenos resultados. Además, por encima de los 60 segundos aumenta la incidencia de efectos adversos.
Es por eso que la frecuencia entre sesiones debe ser la óptima. Además se deben establecer sesiones de 2-3 por semana y según las características del paciente, hasta completar un total de 9-12 sesiones en promedio.
Por otro lado, los antiguos aparatos de TEC emitían el estímulo eléctrico a través de onda sinusal. Lo cual había asociado a una mayor incidencia de efectos secundarios cognitivos. Pero, esto se ha atenuado con la fabricación de los nuevos aparatos de ondas de pulsos breves, con eficacia similar. Así como menos efectos secundarios cognitivos.
Otra de las características que fue mejorada, es la colocación unilateral temporal-vértice (sobre el hemisferio no dominante) de los electrodos. Los cuales se ha asociado también con menos efectos secundarios cognitivos, sin disminuir la eficacia. Aunque sí la rapidez de acción, en comparación con la colocación bilateral.
En resumen…
Muchos pacientes han mejorado o aliviado su enfermedad o incluso su trastorno ha remitido con este tratamiento. Sin embargo, algunos pacientes con ciertas enfermedades (entre ellas graves), que requieren de la terapia no han sido tratados con TEC a pesar de su alto grado de seguridad y predictibilidad terapéutica. Esto se debe en gran parte al estigma que se basa en creencias anticuadas y desinformadas sobre el tratamiento.
Por otro lado, las indicaciones y los procedimientos de la terapia electroconvulsiva debe ser conocido para evitar inconvenientes durante su aplicación.
Por lo tanto, se concluye que, la TEC es un tratamiento seguro en el manejo de pacientes con enfermedades psiquiátricas. Y que su aplicación contempla diagnósticos y criterios específicos.
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